Mantenerse físicamente activo
puede ayudar a prevenir enfermedades graves. A continuación algunos beneficios
de hacer ejercicio para la salud.
Salud del corazón
El ejercicio puede reducir el
riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Alrededor de 53,000
personas mueren cada año en el Reino Unido debido a accidentes
cerebrovasculares y 94,000 debido a cardiopatías coronarias. Las personas
inactivas corren casi el doble de riesgo de morir de una cardiopatía en
comparación con las personas que son activas. Por eso, si usted no hace nada de
ejercicio, realizar un poco más de actividad física (por ejemplo, caminar todos
los días) puede ayudar a reducir su riesgo de padecer estas afecciones.
Comenzar a hacer ejercicio
también puede ayudar a reducir la presión arterial elevada (hipertensión). La
presión arterial elevada es común: uno de cada tres adultos en el Reino Unido
la tiene. Si usted tiene presión arterial elevada, tiene más probabilidades de
tener un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco. El ejercicio puede
ayudar a prevenir la presión arterial elevada y a reducirla si su presión ya
está demasiado elevada.
Hacer ejercicio puede ayudar a
mejorar el equilibrio de su colesterol. Existen dos tipos de colesterol: el
colesterol de lipoproteínas de baja densidad (o LDL, por sus siglas en inglés)
y el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (o HDL, por sus siglas en
inglés). El colesterol LDL a veces recibe el nombre de colesterol ‘malo’,
mientras que el colesterol HDL recibe el nombre de colesterol ‘bueno’. Los
niveles elevados de LDL y los niveles bajos de HDL aumentan su riesgo de
cardiopatía. Los estudios muestran que hacer ejercicio con regularidad, como
por ejemplo, caminar a paso ligero o correr, está asociado con niveles más
elevados de colesterol HDL.
Huesos y articulaciones
Es más probable que padezca de
lumbalgia (dolor en la parte baja de la espalda) si no hace nada de ejercicio.
Ocho de cada 10 personas padecen de lumbalgia en algún momento de sus vidas,
pero las personas que hacen ejercicio tienen menos probabilidades de padecerla.
Si usted padece de lumbalgia, el ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor.
Las actividades moderadas realizadas
con regularidad, incluyendo caminar, nadar y montar en bicicleta, pueden ayudar
a tratar y reducir el dolor causado por la osteoartritis. Esta es la forma más
común de artritis y afecta a alrededor de ocho de cada 10 personas mayores de
50 años. La realización de estas actividades moderadas también puede prevenir y
retrasar el progreso de la osteoartritis.
La actividad física puede
aumentar la densidad mineral ósea en los niños y ayudar a mantener la fortaleza
ósea en los adolescentes. También retrasa la degeneración ósea en la vida
adulta. Esto puede ayudar a prevenir la osteoporosis: cuando sus huesos se
vuelven frágiles y más propensos a fracturarse. El ejercicio de alto impacto,
como correr o saltar, hace que los huesos soporten peso y aumenta la densidad
ósea en las personas más jóvenes. Pero elija ejercicios de bajo impacto, de
soporte de peso, como caminatas lentas o nadar, si ya tiene osteoporosis.
Enfermedades crónicas
Es menos probable que desarrolle
ciertos tipos de cáncer si se mantiene físicamente activo. El ejercicio protege
contra el cáncer de colon y contra el cáncer de mamas en las mujeres que han
llegado a la menopausia. Algunos estudios sugieren que la actividad física
puede también ayudar a prevenir el cáncer de pulmón y el cáncer de endometrio.
Realizar actividad física puede
ayudar a controlar y prevenir la diabetes. Más de 2 millones de personas en el
Reino Unido tienen diabetes. Mantenerse activo puede ayudar a reducir su riesgo
de desarrollar diabetes tipo 2. Hacer ejercicio es especialmente importante si
usted corre mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, por ejemplo, si tiene
sobrepeso, presión arterial elevada o un familiar cercano con la enfermedad.
El ejercicio es también bueno si
usted ya tiene diabetes: la actividad física en forma regular puede ayudar a
controlar los niveles de azúcar en su sangre y prevenir las complicaciones a
largo plazo.
Salud mental y bienestar
El ejercicio puede ayudar a
prevenir y a tratar las enfermedades mentales. Algunos estudios sugieren que
realizar actividad física con regularidad es tan efectivo para el tratamiento
de la depresión como las terapias de conversación o los medicamentos, pero con
menos efectos secundarios que los medicamentos. El ejercicio también podría
resultar beneficioso si tiene trastornos relacionados con la ansiedad, como
fobias, ataques de pánico o estrés.
Es probable que se sienta más
feliz, más satisfecho con la vida y que mejore su sensación de bienestar si es
físicamente activo. Incorpore el ejercicio regular a su rutina y seguramente
duerma mejor, reduzca sus niveles de estrés y mejore su imagen de sí mismo. Es
posible que el ejercicio pueda mejorar la función cerebral en niños y en
adultos mayores.
Peso
Comenzar a hacer ejercicio puede
ayudarle a controlar su peso. La actividad física quema calorías y, por lo
tanto, ayuda a generar un equilibrio saludable de energía. Para mantener un
paso saludable, el ejercicio es esencial para todos.
Es más probable que sea obeso si
es una persona inactiva. Con tan solo realizar actividad física puede perder
peso si tiene sobrepeso u obesidad: cuanta más actividad realice, más peso
perderá. Sin embargo, la combinación del ejercicio con una dieta saludable
implicará que usted perderá peso más rápidamente.

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